“Un buen escritor no nace, se hace a fuerza de mucho ejercicio literario.”
– H. V. L.
Se da inicio al presente ensayo con algunas incorrecciones
que el autor quiso traer a colación del título del mismo.
No es lo mismo decir: “desternillarse” de la risa que
“destornillarse” de la risa, es decir, nuestra anatomía posee ternillas (cartílagos)
y no tornillos. Entonces difícilmente con la risa podamos desajustarnos tornillos
que no poseemos.
Habrán escuchado sus mercedes erróneamente: “Te lo digo de
deveras” por “Te lo digo de veras”
Suena en el coloquio más cómodo pronunciar “desaveniencia”
que “desavenencia”, sin embargo la expresión correcta es la última.
Y hay quienes hablan de “gentes” cuando “gente”, la palabra
en sí misma es suficiente para entender que es plural.
No debe decirse “en base a”, es más académico decir: “con
base en” o “sobre la base de”
No es correcto decir "el sartén", sino "la
sartén".
Hay la creencia que las mayúsculas no deben acentuarse. Craso
error: SÍ SE ACENTÚAN. ES NORMA DE LA ORTOGRAFÍA DE VIEJA DATA.
Y un último ejemplo… Un clásico ejemplo donde la omisión de
una sencilla coma puede causar resultados desastrosos… Reza una frase muy
interesante: “Si el hombre supiera realmente el valor que tiene la mujer
andaría a cuatro patas en su búsqueda'. Falta una coma ¿no? ¿Dónde? Si usted es
mujer, con toda seguridad ha colocado la coma después de la palabra mujer. Si
usted es hombre, con toda seguridad ha colocado la coma después de la palabra
tiene.
Y así como las anteriores, existen infinidad de casos
bastante penosos de descuido o mal llamadas “incorrecciones del castellano” que
en el sentido estricto, no lo son. El idioma es claro y preciso; para decirlo
matemáticamente es exacto. Somos nosotros quienes lo usamos incorrecta,
imprecisa o equivocadamente. Luego entonces, podríamos hablar de
"incorrecciones en el español", "imprecisiones en el
español", pero nunca “del español”. Y aquí un paréntesis para una
interrogante que más adelante se comentará ¿Idioma español o idioma castellano?.
Otra interrogante para no perder la ilación ¿Quién nos indica
que los anteriores casos son incorrecciones y amenazas a la lengua del buen
Cervantes?... Tarea de quienes conforman la prestigiosa Academia, es decir,
hombres de letras que tiene por mandato la noble defensa del correcto ejercicio
de la escritura mediante reglas compendiadas en la Gramática. ¿Que son muchas!?,
eso lo sabemos. Vale citar entonces la postura del premio nobel de literatura: Gabriel
García Márquez, quien en una oportunidad opinó al respecto: “Jubilemos la
ortografía, terror del ser humano desde la cuna: enterremos las haches
rupestres, firmemos un tratado de límites entre la ge y jota, y pongamos más
uso de razón en los acentos escritos, que al fin y al cabo nadie ha de leer
lagrima donde diga lágrima ni confundirá revolver con revólver. ¿Y qué de
nuestra be de burro y nuestra ve de vaca, que los abuelos españoles nos
trajeron como si fueran dos y siempre sobra una?”.
Al anterior parecer de tan respetable y admirado escritor “El
Gabo”, el autor se hizo la siguiente interrogante ¿Es la gramática y la
ortografía una especie de rémora para el idioma castellano?. Y en un momento de
inspiración, una poética respuesta:
“Jubilar la ortografía”
El tema de la ortografía es bastante
controversial
hay quienes están a favor y quienes
están en contra
enterrar haches rupestres es como
poner la torta
y para quienes ni siquiera leen, eso
les resulta igual.
Cierto que son demasiadas las reglas
de la gramática
y que al buen entendedor pocas
palabras le bastan
pero la ortografía y la escritura
caótica, contrastan
como comparar un mundo sin números ni
matemática.
Jubilar la ortografía es como
pretender conducir por una vía
donde los chóferes no respeten las
normas de señalización,
de peligro ni de avisos, cada quien
conduciendo a su antojo
una versión moderna de torre de
Babel, tal cual protervia
consumado el asesinato de nuestro
idioma por despojo
sería catastrófico el tráfico y a
cada instante una colisión.
“Lamentable que las faltas de
ortografía, a la gramática, sea en el común de escritores el pan nuestro
de cada día en prejuicio de lectores,
una forma de evidenciar el descuido y devaluación hacia la lengua de Cervantes.”
– Hermes Varillas Labrador
Y hablando de nuestra lengua castellana, vale una reflexión a
manera de compartir lingüístico en una mesa de múltiples lenguas, dialectos y
jergas que conviven amenamente en nuestra Latinoamérica, y por ende en Venezuela,
como un suculento plato, tal vez fácil de acceder, un tanto picante para comer,
pero bastante difícil de digerir. No
parece tan gracioso pretender, por ejemplo, ir contra la corriente en materia
de innovar o renovar la lengua, pues la cosa no es fácil que digamos. Para una
tarea de ese calibre se requiere de mucho talento, constancia y buenos
argumentos, eso en el caso, si hablamos de la lengua castellana, que en la
península ibérica prefieren sea llamada de esa manera y no: Idioma español, en
tanto que allá ocurre como acá, no se habla una sola lengua, decirlo sería
discriminante para con el catalán, el valenciano, el gallego..., tanto como
negar que es práctica común el bilingüismo en seis de las
diecisiete comunidades autónomas de España. (1)
Volviendo al tema, introducir tan solo un vocablo nuevo al
idioma, es cosa de notoriedad que pocas personas logran, amén que debe hacerse
un esfuerzo sostenido ante un grupo de catedráticos como especie de “tribunal
inquisidor” que es un tanto difícil convencer para que otorgue la buena pro y acepte
finalmente dar luz verde a una naciente palabra propuesta. Cosa que no ocurrió
en los orígenes de nuestra lengua donde no se conoció ni Academia, ni otro
poder que rigiese el destino del léxico utilizado por el popule meus (2). Lo que
me hace recordar el caso de Arturo Úslar Pietri y de Rafael Caldera, ambos
propusieron sendas palabras para su incorporación en el DRAE y lo lograron,
pero digno de citarse, es el caso del primer escritor citado con su vocablo:
Pendejo. A pie de página la jocosa historia del mismo (3).
Continuando con el tema de la infinidad de normas de la
gramática que hacen del castellano y su aprendizaje un penoso transitar de un
lenguaje oral a otro escrito con hitos normativos que lo hacen más lerdo, una
cita de José Antonio Millán: “…le tengo cariño a la hache, es como unos zapatos
viejos que no valen para nada pero que no te animas a tirarlos porque te
recuerdan por dónde has caminado con ellos", y otra cita del polémico
Gabriel García Márquez: “Son pruebas al canto de la inteligencia de una lengua
que desde hace tiempos no cabe en su pellejo. Pero nuestra contribución no
debería ser la de meterla en cintura, sino al contrario, liberarla de sus
fierros normativos para que entre en el siglo veintiuno como Pedro por su casa.”
Coincide el autor con la cita anterior… Felices nuestras
etnias indígenas que no se inventaron una Real Academia o suerte de
inquisidoras alcabalas que les digan cómo deben expresarse correctamente, pues
a cambio tienen una madre natura, su bondadosa Pachamama quien les inspira en
su manera de hablar y en su modo de obrar con respecto e interacción racional,
a pesar que para el mundo occidental desde otrora época se les considere
“salvajes”. (4)
Como colofón a este ensayo, me preguntaba: ¿Quien saca
beneficio de la indigestión que pueda ocasionarnos una opípara cena de tantas
lenguas existentes, o, acaso no habrá ganadores y perdedores… el gran derrotado
es nada más y nada menos que el silencio. Los objetos, los entes abstractos,
las acciones,… “tienen en la actualidad tantos nombres en tantas lenguas que ya
no es fácil saber cómo se llaman en ninguna. Los idiomas se dispersan sueltos
de madrina, se mezclan y confunden, disparados hacia el destino ineluctable de
un lenguaje global.” – Gabriel García Márquez (5)
(1) http://es.wikipedia.org/wiki/Idiomas_de_Espa%C3%B1a
(2) "...el lenguaje no lo hace el
poder, no lo hace la Academia (Real Española), no lo hace la Iglesia, no lo
hacen los escritores. Lo hacen los cazadores, los pescadores, los campesinos,
los caballeros, es el lenguaje del alba, es el lenguaje de la noche, hay que
acudir a las bases donde se forma la lengua" - Jorge Luis Borges.
(4) http://es.wikipedia.org/wiki/Idiomas_de_Espa%C3%B1a
(5) http://artecienciaycultura.wordpress.com/2009/08/19/76-gabriel-garcia-marquez-jubilar-la-ortografia/
Es
el ejercicio del autor en una faceta desconocida como columnista para quienes
estaban acostumbrados a leer solo poesía y no prosa.
- Hermes Varillas Labrador
Educador y comunicador social